Las limitaciones en materia de bares y restaurantes de la Ley del Ruido de Castilla y León han hecho saltar las alarmas en el sector. Hay "mucha" preocupación en el sector, reconoció Víctor Chicote, vicepresidente de la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo (Asohtur) y las consecuencias empiezan a notarse. Ya hay dificultades en traspasos y apertura de nuevos establecimientos.
Los hosteleros sorianos se unirán a los empresarios del resto de la Comunidad en un encuentro en León. Las agrupaciones regionales del ramo decidirán qué medidas adoptan ante una regulación que tendrá serias consecuencias para la actividad. "Me imagino que tendremos más fuerza a nivel regional", opinó el vicepresidente sobre posibles reivindicaciones.
En su momento, FOES presentó alegaciones a la Ley, cuyas exigencias en materia acústica se despliegan a todo tipo de servicios.
La Ley es un "obstáculo" en materia de nuevas aperturas y traspasos, sostuvo Chicote.
Por un lado, está la distancia mínima de 25 metros, medidos de pared a pared. Este requisito "va a limitar mucho las concesiones de licencia". Por otro, están las mediciones y requisitos acústicos, que de momento están golpeando a los traspasos. "Los tres o cuatro que están en trámites se están echando para atrás, porque es imposible", explicó el vicepresidente sobre la condición previa exigida para este tipo de tramitación.
Se refería a la medición de ruidos. "Nada más solicitarla, te cuesta 3.000 euros" y en Soria no hay ninguna empresa especializada que se encargue de estos estudios técnicos. Pero el problema es más grave, ya que todos los locales deberán estar adaptarse con obras de insonorización a los niveles señalados en la Ley. Todos los empresarios deberán "adecentar" el local a tales exigencias, incluso aquellos que "en su vida" han recibido una queja por ruidos. Será en 2012, cuando la norma entre en pleno vigor.
La mayor parte de los negocios están inadaptados, el 90%, calculó Chicote. "No hay nadie que cumpla, quitando los dos o tres nuevos", refirió el vicepresidente. En este contexto, "hasta que no empiecen a meter sanciones la gente no se concienciará". Y las multas pueden llegar hasta los 300.000 euros, con cese de actividad y retirada de la licencia. "Preocupación, mucha", insistió.
El análisis de los hosteleros coincide básicamente con el del Ayuntamiento, administración a la que corresponderá en su momento realizar las inspecciones y cursar la correspondiente denuncia. El concejal de Urbanismo, Luis Rey, expresó la situación en la edición del lunes de HERALDO DE SORIA.
Los expedientes por traspasos se encuentran durmiendo, tras desistir sus promotores cuando se enteran del coste de la medición acústica. Por ahora, el Consistorio ha denegado cuatro licencias para abrir nuevos negocios o ampliarlos.
La ampliación también está sujeta a la Ley del Ruido. El equipo de Gobierno discrepa del criterio de los 25 metros, ya que abarca por igual a zonas que pueden ser sensibles acústicamente y a otras que no han producido conflictos.
Heraldo de Soria