La Junta intensifica labor divulgativa para prevenir la salmonella en verano

La Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria de Castilla y León ha puesto en marcha una campaña divulgativa para evitar la salmonella con el aumento de las temperaturas de este verano.

Jorge Llorente, director de la citada agencia, ha señalado hoy en Soria que la campaña se complementa con la labor habitual que los servicios de control oficial desarrollan a lo largo del año en industrias y establecimientos de hostelería y de restauración.

Durante 2010 se han registrado doce brotes por salmonella en la Comunidad, frente a 29 producidos el año pasado.

Llorente, que ha resaltado que el "riesgo cero" no existe, ha apuntado que desde 2006 los casos de salmonella en la región están en una tendencia descendente, basado en el esfuerzo de los operadores y establecimientos hosteleros para cumplir la normativa, las medidas de la comunidad científica, los controles de inspección y la mayor concienciación en los hogares.

En la campaña diseñada está previsto repartir 75.000 folletos informativos y 2.000 carteles en centros de salud, oficinas de farmacia, centros asistenciales, asociaciones y servicios territoriales de la Junta, con el objetivo de concienciar más y mejor a la población sobre la necesidad de extremar las precauciones para evitar la salmonella.

En los últimos seis años, el 45 por ciento de los brotes por intoxicación alimentaria en la región se han producido por la salmonella, según ha destacado Llorente.

De ellos, el 25 por ciento se ha producido en los hogares castellanoleoneses "por una mala manipulación por parte de las personas que adquieren los alimentos", frente al 35 por ciento en bares y restaurantes, y el 7 por ciento, en cada caso, en comedores colectivos y en zonas de abastecimiento de agua.

Por ello, ha resaltado la importancia de establecer medidas preventivas tanto en los hábitos para la compra y el almacenamiento de los alimentos, como en la exigencia de la higiene personal y las precauciones al preparar y conservar la comida.

Llorente ha apuntado que la salmonella multiplica su efecto con las temperaturas altas, lo que hace que el riesgo sea mayor y con ello sea necesario extremar las precauciones en el tratamiento culinario, con refrigeraciones por debajo de los cuatro grados centígrados y por encima de 65º, que facilita la muerte del microorganismo patógeno.

La Consejería de Sanidad registró el año pasado 32 brotes de enfermedades transmitidas por agua y alimentos en la región, frente a 46, en 2008, 48 en 2007 y 63, en 2006.

Los inspectores de consumo de la Junta realizaron 50.582 visitas de control a establecimientos con comedores con cocinas y de hostelería y restauración.

El año pasado, según datos oficiales, 462 personas se vieron afectadas en la Comunidad por intoxicaciones alimentarias, de los que quince necesitaron ser hospitalizadas.