La gastronomía, como la moda, está sujeta a tendencias que pueden alzar al estrellato a un restaurante o cocinero, o por el contrario, hacer que un negocio de hostelería caiga en el pozo más profundo y solo lo visite el camarero. Te contamos por dónde van los tiros para que puedas convertirte en el gastromust del momento.
Camarero informal
Informalidad: Los nuevos tiempos traen informalidad: mesas corridas, compartidas, personal con ropa casual, ‘hazlo tú mismo’, … Pero no te confundas: la informalidad no es sinónimo de poca profesionalidad. Para que lo entiendas, como decía la cantaora, «arreglá pero informal».
Fuera de carta: Tener platos de última hora, fuera de carta, que tu camarero los diga sotto voce no hace más que incrementar la ansiedad por probar un plato exquisito, elaborado con mimo y con los mejores productos del momento. No deja de ser la cocina de mercado de toda la vida pero, parece que, en los últimos tiempos es lo de toda la vida lo que se está buscando.
Productos de proximidad, orgánicos y ecológicos: Parece que la moda eco ha venido para quedarse, y el cliente no solo compra para llenar su nevera producto acorde con su estilo de vida, sino que, además, lo está demandando en los restaurantes que visita. Probablemente no puedas tener toda tu carta elaborada a partir de este tipo de productos, pero es interesante que seas sensible con este tipo de demanda e incorpores platos respetuosos con el medio ambiente, y utilices productos de proximidad.
Fruta: La fruta está de moda, así como el cuidado de la salud. Por ello, son mucho los foodies que prefieren un postre a base de fruta que repostería difícil de digerir. Eso sí, ¡da algo más allá de la consabida pieza de fruta!
Té frío
Té en las comidas: El último grito que viene de Reino Unido. Al parecer, nuestros amigos los británicos están poniendo de moda el té (su bebida nacional sin alcohol) para acompañar los almuerzos, sobre todo entre semana. ¿Por qué no tener una carta de tés (helados o fríos, ahora que se acerca la canícula) para armonizar con un comida rápida?
Aceites con nombre y apellido: Para aliñar y acompañar ya no basta servir un aceite de oliva virgen extra. El cliente estará encantado si le presentas distintas opciones (varietales y monovarietales) y le indiques cuál está indicado tomar con el plato que le has servido.
Sabores con tradición
Sabores con tradición: Se impone la tradición, y con ello, los sabores clásicos que le recuerden al cliente lo que comía en casa de su abuela. Eso sí, no descuides la presentación. El sabor es una cosa, pero la presentación se requiere moderna.
Sales sofisticadas: Ya sean de España o de otros lugares del mundo, lo cierto es que la nueva generación de sales sirve para enriquecer muchos platos. No descuides este elemento, y haz como con el aceite: presenta y recomienda con qué usar cada sal que tengas disponible.
Aves: En línea con la acusada tendencia de cuidado de la salud, el consumo de distintas aves de carne no grasa se está poniendo de moda. Así, más allá del pollo, hay una amplia demanda de pavo, coquelet, picantón, codorniz o pichón. ¡No prescindas de ellas!
Perritos Calientes: Hace tiempo que se está gestando, pero lo cierto es que la hamburguesa todavía tiene un holgado poderío. No obstante, el perrito caliente viene con fuerza, y cocineros famosos como Jamie Oliver -que pronto abrirá un restaurante de salchichas- están provocando que se abra camino.
¿Te animas a probar alguna (o varias) de estas fórmulas?
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