Salamanca recupera el liderazgo turístico regional perdido en enero

Salamanca recuperó en febrero el liderazgo regional turístico que había perdido un mes antes en perjuicio de Valladolid. La Encuesta de Ocupación Hotelera revelaba ayer que el número de pernoctaciones alcanzó las 91.571 estancias, según el estudio mensual elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Más que ninguna otra provincia castellana y leonesa tras el primer toque de atención que recibió el sector en enero. Entonces, las mejores comunicaciones y pujanza empresarial de Valladolid desplazaron a la hostelería salmantina al segundo lugar, con 71.289 pernoctaciones.

Un mes más tarde, la agresiva campaña de descuentos impulsada por los hosteleros, con los precios de las habitaciones más bajos de España, ha permitido recuperar la primacía regional, por delante de León y Valladolid.

Una noticia positiva, aunque no por completo. La hostelería salmantina sigue en caída libre. Los resultados de las pernoctaciones en febrero, veinte mil más que en enero, supusieron en cambio un descenso del 11,7% con respecto al mismo periodo de 2008. En el primer mes del año, uno de los momentos tradicionales más flojos de toda la temporada en Salamanca, la caída anual en el número de estancias resultó inferior, del 4,6%. De esta manera, la disminución de las pernoctaciones se ha prácticamente triplicado, aunque ha permitido, al menos, volver a colocarse al frente del sector en Castilla y León. En parte por el menor rendimiento de la hostelería vallisoletana que cedió en febrero algo más de ocho mil estancias con respecto a enero y que se vio superada por las provincias de Salamanca y León, aunque no por Burgos, que se mantiene en cuarta posición.

El comienzo del año no ha conseguido remontar el vuelo de una hostelería salmantina que cerró 2008 con un apreciable descenso de los ingresos, unos nueve millones de euros. Unas pérdidas que se produjeron, en especial, en el segundo semestre del ejercicio anual y que se mantienen inalterables en este 2009. Los hosteleros sólo han encontrado un motivo para esbozar una sonrisa en este primer trimestre de año, el recién concluido puente de San José, en el que el buen tiempo y los bajos precios de las habitaciones se han saldado con unos índices de ocupación próximos al lleno en algunos alojamientos de la capital. Sin embargo, hasta entonces, el sector ha caminado en medio de la incertidumbre. Febrero ha sido un mal mes, uno más, endulzado por volver a disfrutar del liderazgo turístico en Castilla y León.

No obstante, la crisis hostelera no supone un patrimonio exclusivo de los establecimientos salmantinos sino que más bien responde a una situación general que se repite en el resto de la Comunidad y del país. Incluso con mayor intensidad. El retroceso anual de las pernoctaciones fue en febrero el segundo más bajo de Castilla y León, sólo mayor que en Soria, con una disminución del 10,5%. La media autonómica se situó en un reajuste negativo del 17,9%, con recortes de hasta el 31,3% en Zamora, que clama por la llegada de turistas en Semana Santa, del 21,1% en Burgos y del 20,5% en Valladolid. En España, la caída bajó hasta el 15,4%, según las cifras del INE.

Más fuerte que el descenso de las pernoctaciones resultó en febrero el del número de viajeros, de un 13,7% en tierras salmantinas, el segundo más reducida de la Comunidad, tras de nuevo Soria, con un 6,7%. El mes anterior, visitaron la provincia de Salamanca 50.960 personas. Un ascenso importante con respecto a enero, cuando llegaron 38.214 personas. Valladolid recibió a 39.941 viajeros, León a 36.381 ciudadanos y Burgos a 35.101. Una recuperación insuficiente para que desaparezca el fantasma de la crisis del sector de la hostelería. El mejor reflejo de los negativos resultados del mes de febrero se cierne sobre los datos de la ocupación hotelera, apenas un 33% de las plazas cubiertas. Dos tercios de las habitaciones se quedaron huérfanas de clientes para preocupación de los empresarios.

Al igual que con las pernoctaciones y con los viajeros, Salamanca presenta una evolución más positiva que el resto de provincias castellanas y leonesas. La media de ocupación no pasó en la región del 25,3%, con Valladolid como principal rival, con un 28,7% de plazas cubiertas. No obstante, el grado de ocupación en España se elevó hasta el 40,2%. Resultados pobres que representan una consecuencia evidente de la desaceleración de la economía española que no consiguen mitigar la leve alegría que ha significado que en febrero Salamanca conquiste el liderazgo turístico regional alcanzado por Valladolid. Poca cosa en realidad para ser optimistas.