Las quejas de los vecinos de Rota de Calatañazor se han ido acumulando a lo largo de los años. Las consecuencias de residir en la llamada ´Zona´ de discobares han provocado algunas situaciones insostenibles que requerían de una normativa firme que paliara las molestias que tiene que soportar el vecindario.
No se puede medir con el mismo rasero a todos los establecimientos. No es lo mismo un bar de barrio, un restaurante o una cafetería que un bar de copas. Para empezar, los horarios de cierre de estos negocios ya son diferentes, por lo que la lógica dice que también debería ser distinta la norma que rija la apertura de nuevos establecimientos y la distancia que debe haber entre ellos.
El Consistorio se prepara para declarar Rota de Calatañazor espacio acústicamente saturado. Aunque esto se consiga, si no se concede flexibilidad municipal a la hora de otorgar licencias, poco se podrá hacer por aquellos que pretendan ubicarse en otra parte de la ciudad y tengan al ´competidor´ a menos de 25 metros. Esto en cuanto a distancia. Ya que, en materia de insonorización se pueden conceder plazos más dilatados para que los hosteleros afronten reformas costosas. Pero en este punto hay que ser más exquisitos en el cumplimiento de la ley.
Heraldo de Soria